Capitulo 27

No te olvidabas de la linda amistad que surgía. Algo te llamó la atención al entrar a su casa, estaba llena de cajas, el lugar estaba vacío, con suerte habían unas tres tacitas y platos afuera, se sirvieron un café y hablaron como en los viejos tiempos. Al rato le preguntaste.

Mary: ¿Dave, te cambias de casa?

Dave: Si, tuve algunos problemas

Mary: ¿Te cambias de Ciudad?

Dave: No, de país

Mary: ¿¡DE PAÍS!? Dave no, ahora que te veo no quiero que te vayas, eres mi mejor amigo, el chico con el que más confianza he tenido, el chico al que le contaba todo, el chico al que…

Dave no te dejó terminar, besó tus labios, tus ojos se abrieron como plato, pero al sentir el calor de Dave te tranquilizaste y te dejaste llevar, cerraste los ojos y el destino supo que hacer.

Dave: Nunca dejé de amarte

Mary: Dave… yo…

Dave: no digas nada, ya sé que tú no me amas, soy tu amigo. Pero lo siento, no puedo evitar besarte al ver lo hermosa que te has vuelto, tan linda, tus ojos… Tus ojos están igual de tranquilos.

Mary: no digas más

Besaste a Dave, como nunca lo habías besado, como nunca habías besado a alguien, sabías que se iba hoy, no querías dejarlo de esa forma. Lo amabas, no de la forma que aman a un novio, pero si como alguien al que no te podías quitar de la cabeza.

(Te sentaste con él en unas sillas que tenía, una de las pocas que tenía afuera)

Mary: No dejé de pensar en ti cuando me fui (lagrimas cayeron de tu mejilla)

Dave: No llores nena me lo haces más difícil

Mary: ¿Para ti es difícil? *te levantaste* No sabes lo duro que fue para mí, que tú mi novio, al que más amé me dijera que esto no funcionaría a distancia, nunca deje de amarte hasta que dejaste de responderme las cartas. Cuando supe de parte del puto cartero que tu pasabas poco en casa y que todas las cartas las botabas, crees que no me sentí mal, te amab…

Dave: mira *te entrega algo*

Mary: *ojeando* … *llorando* Si las tienes

Dave: guardé cada una de las cartas, si no te respondí fue porque no tenía tiempo, pero no sabes cuánto quise escribirte. De verdad.

Mary: Ya no importa… Ya acabó, ya se acabó

Te dirigiste a la puerta, miraste para atrás, Dave no se levantó, agachó su cabeza a llorar. Cerraste la puerta y llorando comenzaste a caminar, caminar, caminar.

X: ¡MARY!

Mary: ¿ah? *Dándose vuelta*

X: ¡CUIDADO!